Durante los últimos siete días he tenido que representar mi papel de periodista cartagenera de cara al público no una si no dos veces, y aunque cuando pasa el acto se agradece mucho, la verdad es que lo he pasado un poco mal.
Durante los últimos siete días he tenido que representar mi papel de periodista cartagenera de cara al público no una si no dos veces.
La mayoría pensaréis que es una tontería, que una periodista (y más de televisión) siempre está cara al público. Sin embargo, hay una gran diferencia de hacerlo mientras ejerces tu trabajo a cuando lo tienes que hacer a causa de tu trabajo.
No creo que alguien lo haya entendido pero bueno, quizás contando las cosas alguno comprenda la diferencia.
La primera de las dos veces que esta semana he oído que me presentaban por un micrófono como «Patricia Magro, periodista de Telecartagena», fue en las IV Jornadas Cartagena Solidaria en las que fui la encargada de leer el manifiesto de las ONGs de este año.
De ese acto basta que resalte unas cuantas frases:
Los derechos humanos no son un lujo propio de épocas de prosperidad, son más bien un derecho fundamental.
¿De qué sirve ser la primera generación que puede acabar con la pobreza si este año hemos dejado que se declare la primera hambruna del siglo XXI?
La crisis económica no puede ser una excusa
Me gustó mucho poder participar en esta jornada que reune cada año a las ONGs de Cartagena y poder poner nuestro granito de arena desde el medio.
La segunda vez que pronunciaron mi nombre por el micrófono fue el día de la mujer, en el acto que organizan cada 8 de Marzo la asociación de amas de casa, consumidores y usuarios de mi ciudad.
Tras la mesa redonda y el debate, la asociación quiso reconocer «la colaboración en la promoción de la Asociación y en defensa de los intereses de la mujer» a Telecartagena y a Onda Cero.
Dámaris, Loles y yo somos socias vitalicias y de Honor de dicha asociación desde ese día.
Como dice la canción: agradecida y emocionada.
Gracias.
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