Morbo sí, siempre y en directo…mejor

El tratamiento periodístico de los terremotos de Lorca (que tan cerca me quedan) ha traído a mi mente dos debates profesionales que son ya recurrentes. Uno es la asquerosa morbosidad de las imágenes y el otro la importancia desmesurada que los medios dan al «in situ».

Opiniones personales sobre tratamientos periodísticos a parte, desde aquí mando mi gratitud y reconocimiento a los compañeros que, tanto en Lorca como en sus diferentes redacciones, llevan dos días trabajando a destajo para informar a toda España. El periodismo en días como este adquiere otras dimensiones que van mucho más allá de las rutinas diarias. (este párrafo estaba al final pero por si alguien no llega ahí no quiero que nadie deje de leer esto)

Si algún periodista al que le quede cercana en el recuerdo la facultad está leyendo esto pensará con tono irónico: «vaya novedad de temas», y tiene toda la razón del mundo.

Sin embargo, eso no le quita valor al horror que he sentido cuando he visto en el kiosko las portadas de los dos periódicos de la Región de Murcia («La Verdad» y «La Opinión»)* sino que lo incrementa, ¿cuantas veces vamos a tener que hablar del tema para que los directores de los diarios no permitan semejantes imágenes en sus primeras planas? Más hiriente me resulta cuando la catástrofe ha sido en el mismo ámbito territorial que cubre el periódico ya que los protagonistas de las imágenes pueden ser conocidos o familiares de la gente que va a comprarlo. Porque ahí si que no me valen las globalizaciones, por mucha pena y dolor que te de ver a un hombre en indonesia muerto, muchiiiiiiiiisimo peor es la sensación cuanto más cercano te sea, afectiva o geográficamente.

No sé qué consiguen con esas portadas porque a mi me han hecho cabrearme, que se me revuelva el estómago y no comprar ninguno de los dos diarios.

Por otro lado, el tratamiento de los terremotos me ha hecho volver a preguntarme si de verdad es tan importante siempre y sobre cualquier aspecto el hecho de estar en el lugar del acontecimiento. Está claro que la televisión debe estar allí porque es imagen pura pero ¿de verdad es necesario conectar con Lorca cada 5 minutos para no contar nada nuevo? En la televisión parece que el último minuto se ha convertido en el más importante independientemente de la información que contenga.

El chico de la 7 Región de Murcia en Lorca (vaya por delante que esto no va contra él, vaya papelón tuvo que salvar) ayer por la noche en una conexión en directo (que duró algo así como 5 minutos) a los 2 minutos ya no sabía que decir. Para muestra un zapato: «si tenemos que dormir al raso pues dormiremos, qué le vamos a hacer, pasaremos la noche aquí hablando unos con otros», «por ahí viene otra ambulancia (se calla para verla pasar) llevan toda la tarde igual», «Hay que ser precavidos pero no pesimistas repito, precavidos pero no pesimistas…..lo dicho con precaución pero no siendo pesimistas». Cuando terminó el chico de hacer el directo yo pensé «menos mal que han conectado con este hombre porque si me voy a dormir sin escuchar toda la información que ha dado…»

Un ejemplo sangrante de lo que estoy tratando de explicar es el pobre reportero y el pobre cámara (¡¡¡que aunque no se les vea sufren igual!!!) en medio de una nevada monumental informando de que han cortado la carretera. El espectador medio no se plantea que si la carretera está cortada y ellos están allí quiere decir que van a tener que pasar la noche allí y ¿para qué? ¿para que nos den la información con un plano en el que vemos que detrás del periodista con los labios azules hay un manto blanco? ¿ qué nos ha aportado esa imagen a la información? desde mi punto de vista NADA.

En el terremoto de Lorca esto es extrapolable a la emisión en directo el día después (hoy, 12 de mayo) de multitud de programas radiofónicos nacionales desde la ciudad murciana.

Todo el equipo de Madrid viaja a Murcia para hacer desde allí su magacine de mañana. Sigo preguntándome ¿para qué? me parece perfecto que sea el tema del día, por supuesto, pero pagar el viaje al equipo me parece un gasto de dinero absurdo. Que manden a varios redactores de Murcia a diferentes puntos de Lorca y contacten con ellos constantemente por teléfono. Mismo resultado, menos gasto.

Si estuviéramos hablando de gasto de personal que se contrata para apoyo no objetaría nada, pero gastarse el dinero en transporte, hoteles y comidas con tantísimo periodista en paro y sufriendo EREs me parece una inmoralidad sobre todo cuando no se ve nada y el sonido viaja estupendamente por teléfono.

*Añado que las ediciones web de los diarios citados han cambiado sus fotografías de portada ¿efecto del nuevo feedback de las redes sociales? quizás…pero las impresas ya quedarán para la historia

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