¿Debemos conformarnos con lo que tenemos o luchar por mejorarlo? ¿Compensa arriesgar?
Hoy tengo muchas ganas de escribir algo porque tengo muchos temas en la cabeza desde hace días.
Podría escribir una entrada sólo de lo que supone que tu cabeza no pare un segundo, pero por mi bien y porque no creo que a nadie le importe no lo haré.
Podría escribir un post de cómo cuando intentas alejarte de alguna decisión o apartar la preocupación de tu mente un tiempo la vida hace que pase a ser tu prioridad de alguna manera, a ser posible de una manera en la que te dé la sensación de que lo que está haciendo es descojonándose en tu cara.
También podría narrar mi viaje a Madrid de mini vacaciones. Podría hablar sobre la rutina. Sobre la vuelta al trabajo. Podría escribir sobre tantas cosas…tendría tantas cosas que decir, que opinar, e incluso que decirme a mi misma… pero no. Un mensaje de twitter ha centrado mi interés esta noche en una cosa: el inconformismo (¿será porque también tiene que ver con algo de todo lo anterior?)
El tweet hacía la eterna pregunta «¿Compensa arriesgarse a cambiar algo si hay posibilidad de fracaso?¿o compensa conformarse con mantener lo que se tiene?»
No voy a ser yo la que diga que hay que ir haciendo el loco por ahí pero las cosas tienen que evolucionar, que crecer si no, se mueren (literal y/o metaforicamente).
En las relaciones es más claro aún, Woody Allen lo dice muy bien en Annie Hall «las relaciones son como los tiburones, o avanzan o se mueren»
Creo que al final toda la vida funciona así.
La frase «es lo que hay» que me han repetido 5 personas (algunas para odiarla tanto como yo) este último mes, habría que borrarla de la mente de la gente
Es curiosa la vida, cuanto más lo piensas más lo es. Hace más de 10 años fui al campamento de verano de mi colegio dónde al terminar nos daban un diploma con un título. Este es el mío de 1998.
Es curioso que las cosas adquieran de pronto actualidad y vuelvan a tu vida, pero más curioso es que yo aún guarde ese trozo de cartón. Por algo será.
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